Documental: Alfaro Vive Carajo - Comentado por Ángela Mateus

País: Ecuador
Año: 2007
Duración: 95 minutos
Dirección: Isabel Dávalos
Producción: Sebastian Cordero
Fotografía: Iván Mora
Sonido: Mateo Herrera
Idioma: Español
Subtítulos: Inglés






“Del sueño al Caos”, frase dicha por el ex-dirigente guerrillero Santiago Kingman refiriéndose a la situación de Ecuador en el momento en que se formó la organización insurgente, da nombre al filme. El documental narra desde la vivencia personal y desde la investigación de su directora Isabel Dávalos, la historia de la guerrilla ecuatoriana ¡Alfaro Vive Carajo!, cuyo modelo de lucha era el presidente Eloy Alfaro líder de la revolución Liberal de principios del siglo XX. La película aborda el tema desde los inicios de este grupo armado que data de 1983, pasando por su perspectiva política, el uso de armas, el secuestro y muerte del banquero  Nahim Isaías Barquet, uno de los golpes que llevó a la represión y violaciones a los Derechos Humanos por parte del gobierno del entonces mandatario León Febres Cordero. Desde este momento se muestra la caída política y la persecución al grupo insurgente. Se cuentan desapariciones, asesinatos y torturas por parte del gobierno Social-cristiano a las personas involucradas con el grupo guerrillero. Y se finaliza con la firma del acuerdo de paz.

El documental tiene como hilo conductor las memorias de la directora cuya infancia y adolescencia se desarrollaron en un Ecuador que se debatía entre la construcción y consolidación de un Estado democrático y la pugna entre la derecha liderada por el partido Social-cristiano y un grupo de jóvenes idealistas influenciados por los procesos revolucionarios que tenían lugar en América Latina. Es así que la película tiene lugar a partir de los comentarios de la autora que expone sus opiniones personales frente al proceso político, ejemplo de ello son sus intervenciones frente a la desmovilización del grupo guerrillero:

 “Yo les encontré después de 10 años del desarme y lo que conocí fue un grupo de gente que había abandonado la lucha. Me costaba trabajo pensar que después de todo el relajo que armaron en búsqueda de justicia social, se hayan podido disolver con tanta facilidad”.

Considero que en el documental se privilegia la visión de la autora. En efecto, en entrevista concedida al canal Tele Amazonas en 2009, cuando se televisó el documental, Isabel Dávalos enuncia que desde su experiencia pretendía mostrar una situación que le impactó en su infancia y por lo tanto buscó a sus protagonistas.

En el filme se muestra la derrota del grupo guerrillero debido a factores como la desorganización  y la improvisación de la lucha. Asimismo se evidencian los hechos de violación a los Derechos Humanos por parte del gobierno de Febres Cordero a los miembros del grupo guerrillero. De esta manera, se dio la desaparición, encarcelamiento y torturas hacia gran parte del grupo, lo que condujo a la firma del Acuerdo de Paz en el gobierno de Rodrigo Borja en 1991.

A partir del documental se contrastan las visiones del gobierno social-cristiano y las de los miembros del grupo guerrillero. Dentro del filme los testimonios hacen visibles las estrategias del Estado de derecha tendientes a desconocer los derechos y las luchas de los militantes de ¡Alfaro Vive Carajo! El documental logra recoger la memoria de un grupo que fue silenciado, desaparecido y desprestigiado ante la opinión pública desde la etiqueta de “terroristas”.

A través de este documental se podría hablar de un tipo de memoria personal apoyada en una memoria colectiva encarnada en los líderes sobrevivientes del grupo guerrillero, de actores políticos y civiles que se vieron envueltos en este momento histórico. Así la memoria flash, es decir la dada por los medios masivos de comunicación en el momento en que ocurrieron los hechos y que genera impacto en los espectadores, es superada y asentada en un discurso más sólido de confrontación de diversos actores y de construcciones de relatos acerca del surgimiento y caída de grupo guerrillero.

“Alfaro Vive Carajo, del sueño al caos”, privilegia la visión personal de la autora sobre un hecho que había sido olvidado y que a través de su visibilización cinematográfica recobra importancia para el pueblo ecuatoriano. Así en este caso, el cine se convierte en un compilador de experiencias, de recuerdos e historia nacional que es socializado públicamente después de 15 años de la firma del acuerdo de paz por parte del grupo insurgente. La película entonces cataliza los recuerdos y los convierte de nuevo en materia de debate público evitando el olvido frente a un proceso de relevancia histórica para el país.

Para finalizar considero que la melancolía y la sensación de fracaso impregnan el documental siendo a su vez una crítica de Isabel Dávalos a la desarticulación política del grupo ¡Alfaro Vive Carajo! Lo interesante es que la autora no pretende tener una voz objetiva y eso precisamente se ve reflejado a lo largo del documento fílmico.
 

1 comentario:

  1. Concuerdo con Ángela, al presentar el documental con una perspectiva que privilegia la visión de la autora y no de lxs exlideres guerrilerxs, pues de alguna manera a través de la edición y de las búsqueda de recursos fílmicos de archivo, pone en el lugar de la derrota y la improvisación, un proyecto político, que a través del documental pareciera que no tuvo sentido y que fue más bien la aventura de un grupo de "chiquillxs" que seguían a sus pares en Colombia.

    La directora parte de un subyacente "¿valió la pena?", para ir respondiendo, con los encuentros y desencuentros de lxs sobrevivientes a la represión de Febres Cordero, y para atarles a partir de un hilo conductor, que se radica en el presente y no en el momento en que AVC era el punto de quiebre para una sociedad que necesitaba repensarse y que estaba teniendo profundos cambios sociales, políticos y económicos, que sólo algunxs cuantos aprovechaban en el poder.

    En este documental, veo como es posible contar una "historia" que es propia y que tiene una "realidad", con las palabras e incluso los hechos de otrxs y aunque esos hechos den otra versión de esa misma "historia".

    Las políticas de la memoria para la autora, como bien lo evidencia Ángela al enunciar la sensación que el documental produce al público, de fracaso y melancolía, a mi manera de ver, borran en un pretendido documental independiente, hechos y sensaciones, para convertirles en una "gran perdida de tiempo" o de vacío o ausencia de contenido político en cada una de las acciones de AVC.

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