Guión: Carmen Guarini
Duración: 80 minutos
H.I.J.O.S El alma en dos
Una película de Carmen Guarini y Marcelo Céspedes
El contexto, donde se desarrolla esta película es en Argentina de los 70, que a través de fotografías y relatos se rememora una serie de casos de desaparecidos y muertes, padres muchos de ellos, durante la dictadura militar. Narradas desde los hijos y sus familiares más cercanos, los cuales crean un organismo llamado H.I.J.O.S, los mismos que pretenden visibilizar sus casos y no queden impunes.
En esta película la narrativa se desplaza entre dos temporalidades, donde las dos se enlazan entre la fotografía ( dispositivo de recuerdo) y el relato de los chicos, en donde, mediante estos dispositivos de memoria recogen y argumentan espacios de poder, en los que se desenvolvieron las historias de cada uno. El papel de la fotografía específicamente es un puente entre estas dos temporalidades de lucha. En el que la impunidad de la muerte de sus padres implica que, deba ser contemplado desde las leyes estatales del estado argentino, como; la impunidad, el indulto, ponerlo el genocidio en el marco legal, y difundirlo en la sociedad.
La postura política de esta película revela el posicionamiento del autor frente a la problemática, en la cual realiza el seguimiento y registra durante el proceso de reafirmación de esta organización. Generando movilización y repudio de la sociedad, dentro de la misma construcción social, en donde dicha problemática es legitimada. En ese sentido la memoria es rescatada desde los que sufren y sufrieron mas no desde el poder.
En el cual el rol de H.I.J.O.S, genera debates en la sociedad, en un contexto social donde los debates no tienen cabida. Es un trabajo personal que implica también un trabajo que sirve para la sociedad en general. La historia personal de los padres es una, y lo que viven interiormente es otra (además que desean recuperarla como propia), es decir que a través de la memoria no-narrada por las fotografías se reconstruye lo afectual, esa presencia sin presencia (porque son fotografías de retratos familiares o individuales en donde existe solo la huella y una presencia inmovil) de las imágenes que están ahí, y que se contextualizan y actualizan en los chicos. Esta organización se inscribe dentro de una historia a la vez en debate de lucha por la justicia.
El hecho de tener unas pocos fotografías que retratan a sus padres da para pensar que; se necesita crear un enlace entre el hecho histórico oficial y la narración de sus actores, es decir que en este documental fusiona, las mismas que sirvieron para hacer una reconstrucción de los hechos, y que a través de esta reconstrucción histórica-política-, se generen reflexiones críticas, debates. Visibilizando situaciones similares en una época específica; donde niños, crecieron y crecen sin saber que sus padres actuales asesinaron a sus padres reales, que crecen como objetos, como trofeo de guerra. En donde la identidad juega un papel importante, la misma que necesita construirse, de esa necesidad del recuentro entre hermanos que han crecido en lugares diferentes. Lo recurrente de las imágenes plasmadas en las fotografías, objetos, y en sus mismas vidas, esa construcción de memoria a través de estos objetos, esa ficción que se recrean cada uno para aliviar un tanto esa realidad inconcebible.
En donde, el cine documental actúa como dispositivo de entendimiento, proporcionando un acercamiento directo con los que sufrieron dicho poder, respondiendo a esclarecer hechos que estaban mediados por la comunicación, generada desde un discurso oficial de aquella época.
COMENTARIO AL ARTÍCULO (Juan Paulo Galeano)
ResponderEliminarEl presente artículo crítico resume la idea central del documental entorno a la construcción de una memoria viva, citada en la actualidad con elementos del ayer, pero sin el dejo de nostalgia propio del pasado sino con un sentido de revitalización política que pretende no olvidar ni perdonar, sino mantener presente un hecho y señalar a sus culpables.
Coincido en mencionar a la fotografía como el principal dispositivo del recuerdo, ese puente entre la figura de los padres desaparecidos y la continuidad de los hijos, quienes herederos del dolor, custodios de una memoria, mantienen vivo un recuerdo cruento, no desde el dejo de la nostalgia sino desde la denuncia como acto político y liberador que por encima del ‘perdón y el olvido’ socializa los hechos de desaparición en la actualidad y a través de acciones como el ‘scratch’, una suerte de performance y señalamiento público, logran visibilizar a los culpables desenmascarando su pasado oscuro. De igual forma, como la autora lo menciona, la política de la memoria presente en esta pieza evidencia una posición de apoyo de la realizadora con la causa de H.I.J.O.S., hay una cercanía con los hechos y con la lucha aquí expuesta.
De otro lado, poco se habla en este artículo de los sentidos estéticos de la pieza documental, de ese afán por mostrarnos la actualidad en constante movimiento, casi como un collage de acciones en ‘vivo y en directo’ de los integrantes de H.I.J.O.S., una especie de marca estilística en trabajos argentinos recientes que tratan temas de movilizaciones sociales o de denuncia (documental piquetero), cuando los actos públicos como secuencias particulares ganan sus espacios en las narraciones.
Sobre el contexto en el que el documental se cuenta creo que no es los años setenta como reza en la sinopsis, es decir, se desarrolla en la década de los noventa, principios del dos mil, con una clara evocación a los años setenta, espacio temporal cuando se dan las desapariciones, de hecho cada relato y fotografía se sustenta en los recuerdos enunciados por los hijos y traídos al presente como una reivindicación política de un período social en la Argentina que no debe ser olvidado y por el contrario denunciado y conocido en pleno por las emergentes generaciones.